Sí lo es, porque Budapest destaca hoy día con una espectacular oferta de lujosa hotelería, galardonada gastronomía y ocio exclusivo. Por Oriol Pugés

Acabar el año con una última escapada es un placer al que cada vez más personas sucumben. En esta línea, Budapest se posiciona como un destino global en el que aguardan los  rincones más exclusivos y auténticos que uno pueda soñar para vivir una auténtica experiencia de lujo en todos los sentidos: desde el diseño, pasando por la arquitectura, la historia, el cuidado personal y, por supuesto, la gastronomía.

 

El centro histórico se viste de lujo

En Budapest se encuentran algunos de los alojamientos más especiales y uno de los más destacados es el hotel Matild Palace. Construido en 1902 durante la Belle Epoque y con magníficas vistas al Danubio, fue un antiguo centro social llevado a cabo bajo el mecenazgo de la monarquía. Hoy, puede presumir de ostentar el reconocimiento de edificio Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Otra opción destacada es el Palacio Gresham. Se edificó en 1908 bajo el estilo art noveau como compañía de seguros, para posteriormente convertirse en un cabaret durante la época de posguerra. En la actualidad, bajo la insignia de Four Seasons, es uno de los hoteles más exclusivos y con más historia de la capital.

Y no puede faltar el Continental Hotel Budapest, cuya historia se remonta a hace más de un siglo, cuando en 1827 el comerciante de seda András Gamperl abrió un spa aprovechando la riqueza mineral de la zona. Ahora, el hotel es un referente del diseño art déco en la ciudad con elementos art nouveau y una grandiosa fachada magistralmente reformada.

 

 

Una gastronomía que brilla en Michelin

Los sabores de Hungría son especiales. Y es que el viajero es capaz de saborear su historia en cada plato gracias a que los chefs húngaros se valen de la tradición para seguir innovando sin perder la esencia que les hace únicos. Este año, ese afán de investigación y cultura culinaria brilla aún más tras la evaluación de la afamada Guía Michelin, que ha galardonado por primera vez a dos restaurantes húngaros con dos estrellas Michelin y uno de ellos se encuentra en Budapest.

Stand es el mejor restaurante de Budapest según la guía Michelin, que acaba de otorgarle su segunda estrella Michelin. La cocina destaca por sus espectaculares técnicas, que reinventan platos clásicos de la cocina húngara, llenos de sabor y textura. La mejor opción para maridar la comida es probar alguno de los delicios vinos Tokajis disponibles en su carta. Estos vinos nacen en la región húngara de Tokaj, declarada Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO por la supervivencia de las tradiciones vitivinícolas desarrolladas durante los últimos mil años de manera original. Gracias a las caracterísicas únicas del suelo de plantación, aquí se produce el vino más noble entre los dulces, cuyas diferentes cosechas están llenas de matices y variedad de sabores.

Para disfrutar aún más de la gastronomía húngara, merece la pena acercarse a Salt, un reconocido restaurante cuyas recetas de comida tradicional han sido modernizadas para presentar los platos más exclusivos de la zona. El restaurante tiene una estrella Michelin y una estrella verde Michelin, otorgada por la filosofía de sostenibilidad que destaca en la producción y la creación de la experiencia gastronómica

 

 

Aguas termales de Budapest: el lujo de cuidarse

Otra experiencia que permite relajarse y renovar las energías: Budapest es la ciudad ideal, conocida mundialmente por sus espectaculares balnearios de aguas termales, con numerosos beneficios para la salud. Uno de los más destacados de la ciudad es el balneario Gellért, cuyas aguas medicinales datan del siglo XV. El balneario actual abrió sus puertas en 1918 con un precioso estilo art nouveau, convirtiéndose en el balneario medicinal más moderno de Europa.

Otra opción que merece la pena destacar son los baños termales de Rudas. Con sus más de 450 años de antigüedad, este balneario ofrece una experiencia única de bienestar y relajación, desde sus espectaculares baños turcos hasta las mejores vistas de la ciudad desde las termas de su azotea; un lujo del que bien merece la pena disfrutar.

Así es hoy la ciudad de Budapest, una ciudad que se posiciona como una de las capitales europeas más exclusivas y con una oferta cultura, gastronómica y de ocio tan única que no es posible encontrar en ningún otro lugar. ¡Eso sí que es lujo!